La ubicación de las casas de apuestas lleva muchos años siendo un tema controversial en España. Su cercanía los colegios, institutos y polideportivos provoca, en muchos casos, la prematura iniciación de los más jóvenes en el juego.
Codere, un operador de juegos de azar, en un informe remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, dijo por medio de sus jefes: “La evidencia muestra que la distancia de locales respecto a centros educativos, así como la distancia entre locales, no es un factor relevante en la protección del acceso de menores, como sí lo es un exhaustivo control de accesos”.
Pese a esta información, la revista científica PLOS ONE se propuso comparar el rendimiento académico de institutos cercanos a casas de apuestas con otros que no, con resultados interesantes.
El primer instituto, ubicado a menos de 500 metros de un casino, tuvo una nota media 0,6 puntos (sobre 10) inferior a otro que no tenía ninguno cerca.
Pero si esto es así, ¿no existe ninguna legislación que prohíba colocar estos establecimientos cerca de centros escolares?
La distancia a la que se pueden ubicar depende de la comunidad autónoma y la provincia, aunque es un caos. Las leyes han ido ampliando con el paso de los años la distancia que separa colegios de casinos, pero en muchos casos no se han cerrado establecimientos que la incumplían.
En el caso de Salamanca, por ejemplo, el espacio ha de ser mínimo de 150 metros con una zona escolar y de 300 entre casas de juego, pero el ayuntamiento se refugia en que “esa legislación es competencia de la Junta y el Estado” para evitar problemas con las casas de apuestas.
Otro caso es el de A Coruña. Los colegios Compañía de María y Eusebio da Garda, dos de los más populares de la ciudad, están separados entre sí por 600 metros, 600 metros en los que puedes encontrar hasta dos casas de juego y varios bares con máquinas tragaperras.
Un exalumno de Compañía de María nos cuenta hasta que punto sus compañeros, siendo aún menores de edad, se veían afectados por tener un establecimiento de este tipo cerca de su centro escolar.
El instituto anteriormente mencionado, Eusebio da Garda, se encuentra a menos de 4 minutos andando (300 metros) de un salón de juegos llamado Slot21.
¿Cómo se soluciona esto?
Fácil, con leyes que prohíban ubicar estos establecimientos en zonas muy concurridas por menores, así como con más afluencia de policía que controle las entradas.
Foto(pie de noticia) de Sylwia Bartyzel en Unsplash
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